lunes, 24 de noviembre de 2008

Recuerdos Mojados


Últimamente veo borroso. Y no es que mis dioptrías hayan aumentado, ni tampoco es que vaya borracha las 24 horas, ni siquiera es porque el canal de la vida esté mal sintonizado en la televisión que resultan ser mis días...

Yo creo, más bien, que es por culpa de las lágrimas que saltan desde el trampolín de mis pestañas haciendo un doble mortal. Peligrosamente caen y realizan el eslalon de la frustración por mi nariz. Y se quedan en la punta esperando saltar hacia el vacío, de puntillas, mirando absortas como quien mira hacia un punto lejano esperando a que se torne nítido, con miedo a deshacerse mientras caen y que, finalmente, cuando toquen el centro de mi pecho, ya no sean nada. Sólo recuerdos... Recuerdos mojados.

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