Autopista

La autopista esta atestada, el calor al interior del auto te calienta las neuronas y comienzas a pensar miles de cosas. Como es de costumbre sueñas y recuerdas..siempre despierta, un mes atrás, un año atrás, cuatro años atrás, hasta que encuentras el factor común y te atormentas por unos minutos, para finalmente llegas a la conclusión de que no te arrepientes de nada. Logras evadir lo que más te duele en este momento durante un lapso, sin embargo no demoran en llegar los recuerdo y comienza a darte vueltas en la cabeza, pones la canción en la radio esa que te trae tantos recuerdos, esa que te hace imaginar que tu asiento de copiloto no está vacío, porque el recuerdo suele materializarse cuando recuerdas y piensas en el. Conversas, fumas, le cuentas como estuvo tu día y te ríes,…lo observas, pero al llegar a la luz roja termina la canción y la imagen se desvanece. Vuelves miras el teléfono para ver si aparece algún SMS oculto entre la fuerte música, pero nunca llega. El calor es intenso y faltan aun un par de kilómetros para llegar a casa, decides bajar la velocidad, tomas la pista derecha y la canción vuelve a sonar en la radio del auto, esta vez decides torturarte, con interrogantes,..el camino se vuelve más largo, pero sabes que es lo mejor, que cuando llegues a casa te sentirás mejor, siempre es así y esta vez no será la excepción. Vuelves en ti y falta solo un kilometro, tu salida ya es anunciada en los carteles de la autopista. Ya te sientes mejor, la angustia ha decantado y eres capaz de escuchar algo de rock en el radio del auto, te sientes tranquila de haber dado todo, de haber amado….solo han sido sueños, que quizás nunca más vuelvan a materializarse y qué más da si siempre has vivido soñando.